Alcanzados los seis o siete meses de edad cronológica, tu bebé consolida y perfecciona todos sus movimientos y aprendizajes anteriores. Es un momento clave para brindarle experiencias, a través de las cuales vamos activar sus conexiones neuronales, haciéndolas cada vez más ricas.

Su autonomía en el movimiento le da la base para explorar activamente su entorno con numerosos intereses. Debemos ofrecerle experiencias, pero con cierto orden, no queremos provocar excitación o estrés por sobreestimulación.

Tu hijo o hija ya es capaz de mantenerse en el suelo, en posición prono (boca abajo), levantando sus brazos, con más control de sus manos y pies. Empieza a girar hacia los lados y a dar vueltas completas alrededor de su ombligo. El arrastre comienza hacia atrás, y progresivamente se perfecciona hacia delante, permitiéndole llegar a todos sus intereses. Luego, comenzará a buscar los apoyos necesarios para sentarse solo, postura cómoda para explorar activamente sus objetos.

A partir de ahora perfeccionará su equilibrio adaptando el apoyo de sus brazos y sus reflejos, para posteriormente, ponerse de rodilla y anticipar el gateo.

Recomendamos que leáis estos seisbeneficios del gateo, recogidos en el“*blog estimulación temprana y desarrollo infantil”:

*http://estimulacionydesarrollo.blogspot.com.es/2012/03/la-importancia-del-gateo-en-el.html

  1. El gateo desarrolla la visión, el tacto, el habla, el equilibrio. Se considera la etapa más importante del desarrollo motriz de los niños. Ayuda a fortalecer y desarrollar los músculos de sus brazos, piernas, espalda y cuello, así como las articulaciones de todo su cuerpo. La visión y con ella la atención y el interés por las cosas de su entorno.
  2. El gateo es una de las bases para el desarrollo cerebral de los niños. Gracias al gateo se van creando las rutas de información neurológica entre los dos hemisferios, esto quiere decir, que va a facilitar el paso de información esencial de un hemisferio a otro, permitiendo la maduración de las diferentes funciones neuronales.
  1. Desarrolla el patrón cruzado, es decir, la función neurológica que hace posible el desplazamiento corporal organizado y en equboy-1620904_1920ilibrio del cuerpo humano. Esto implica que el brazo derecho va sincronizado con el pie izquierdo y el brazo izquierdo con el pie derecho.
  2. Desarrolla el sistema vestibular, de suma importancia para activar la emisión de señales de los dos laberintos del oído al cerebelo, el desarrollo de esto permite que el bebé desarrolle su percepción, así el podrá saber a ciencia cierta dónde están todos y cada uno de los puntos de su propio cuerpo, así el cerebro puede ordenar a cada parte particular que actué conforme a las necesidades que se presenten en forma ordenada e independiente.
  1. Ayuda a desarrollar la “dominación hemisférica”, proceso por el cual se incrementan las habilidades de los niños; es de señalar que los hemisferios determinarán el empleo de la parte derecha o izquierda del cuerpo en tal o cual acción que el niño realice.

     6.- Mediante el gateo se va desarrollando la coordinación cerebral ojo-mano. Cuando el bebé gatea se establece entre ambos una distancia similar a la que más adelante habrá entre ojo y mano a la hora de leer y         escribir. Por tanto, el gateo favorece decisivamente la aparición temprana de ambas funciones -leer y escribir- con los beneficios adicionales que ello conlleva intelectualmente. Así como permite desarrollar la convergencia visual, el bebé al mirar al suelo para colocar la mano o la rodilla convenientemente, el proceso de convergencia es cuando el bebé enfoca ambos ojos en un punto a la distancia que atrae su interés. Por ejemplo si se dirige a un punto gateando, dirige ambos ojos al infinito; la idea es desarrollar esta convergencia mediante ejercicios que faciliten la acomodación visual. Se sabe por estudios optométricos, el gateo influye en evitar problemas visuales a futuro.

Hacia los 9 meses de edad, domina mejor la extensión de todo el cuerpo en vertical. Lo cual permite una óptima percepción del entorno. Se activa progresivamente la relación interhemisférica y empieza a fusionar la información de todos los canales dobles.

En cuanto a psicomotricidad fina y desarrollo manual, comienzan a utilizar los dedos de forma claramente diferenciada. Va perfeccionando la pinza y utiliza las manos para transportar objetos de un lugar a otro. Va perfeccionando de esta manera la coordinación óculo- manual.

Por último, en el desarrollo afectivo y emocional, tu bebé busca más relación con los adultos. Empieza a integrar que puede intervenir en el intercambio de experiencias con las personas. Ya no se va con cualquier persona, y extraña a personas ajenas a su entorno. Paralelamente, es consciente de lo que conoce y desconoce, empiezan también a aparecer las primeras formas de vergüenza, timidez y miedos.

 

Noelia Gallardo Molero.

Pedagoga y Experta en Atención Temprana nº col. 1257

Área de Atención Temprana. Centro Matices