AUTISMO

Si eres familiar o tienes al cuidado a una persona TEA, te invito a leer estos consejos para ayudar a comprender lo que pediría una persona con TEA, de Ángel Rivière (FUNDACIÓN VERBUM, Para el lenguaje y la Comunicación):

 

  • Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo. Dame orden, estructura, y no caos.
  • No te angusties conmigo, porque me angustio. Respeta mi ritmo.
  • No me hables demasiado, ni demasiado deprisa.Las palabras son “aire” pueden ser una carga muy pesada para mí.
  • Como otros niños, como otros adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga. Hazme saber, de algún modo, cuándo he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlas sin fallos.
  • Necesito más orden del que tú necesitas, más predictibilidad en el medio que la que tú requieres. Tenemos que negociar mis rituales para convivir.
  • Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden que haga. Ayúdame a entenderlo. No permitas que me aburra o permanezca inactivo.
  • No me invadas excesivamente. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.
  • Lo que hago no es contra tí. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso, cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides.
  • Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia lógica, son formas de enfrentar el mundo desde mi especial forma de ser y percibir.
  • Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él.
  • No me pidas siempre las mismas cosasni me exijas las mismas rutinas. No tiene que parecer que tienes autismo para ayudarme.
  • No sólo tengo autismo. También soy un niño, un adolescente, o un adulto.Comparto muchas cosas de los que llamáis “normales”. Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien.
  • Merece la pena vivir conmigo.Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas.
  • No me agredas químicamente.Si te han dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista.
  • No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para ser más autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de más.
  • No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona con autismo. A mí no me sirve de nada que tú estés mal, que te encierres y te deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mí alrededor para estar mejor. Piensa que tu pareja tampoco tiene culpa de lo que me pasa.
  • Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme, tienes que tener tus momentos en que reposas o te dedicas a tus propias actividades.
  • Acéptame como soy.No condiciones tu aceptación a que deje de tener autismo. Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación.
  • Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo algunas ventajas en comparación con los que os decís “normales”. No suelo engañar.
  • Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila, si no se me pide constantemente. Tener autismo es un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya “normal”. En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias.

 

Una comunicación asertiva y atención temprana especializada crean un gran impacto personal y social en la calidad de vida de la persona TEA y su Familia”.