Con las pilas cargadas de las vacaciones de verano, toca empezar a organizar y planificar el curso escolar de nuestros hijos, 9 meses dan para mucho y por ello, hay que planificarlo con tiempo y siempre teniendo en cuenta el interés y motivación de los menores.

Ahora es momento de hacer mil y una preguntas: ¿Qué horario tiene este año en la escuela?, ¿qué actividades extraescolares hay disponibles para este curso?, ¿continuamos con las mismas del curso anterior o cambiamos?, ¿cómo cuadrar las extraescolares de cada uno de mis hijos?, etc. Sabemos que no es fácil (tampoco imposible) y en nuestro afán por ayudaros en vuestra rutina diaria hemos pensado cómo podemos contribuir en el inicio de curso.

Es por ello que, os facilitamos 3 consejos para conseguir que el inicio de curso no os suponga un estrés añadido.

1. Siéntate con tu hijo cuando sepas su horario escolar y las posibles actividades extraescolares que habrá en el curso. Pregúntale si le gusta alguna actividad de las comentadas o si por el contrario prefiere otra actividad. Inscribir a los niños a actividades lúdicas que no son de su agrado puede ser en ocasiones más perjudicial que beneficioso, la desmotivación y el desinterés puede generalizarse a otras facetas de su vida, tanto a nivel personal como escolar.  Además, no es adecuado saturarles con muchísimas actividades extraescolares, son niños y por tanto también debe haber tiempo libre para disfrutar, jugar y relajarse, por ejemplo viendo una película en familia.

2. A veces, el apuntar a los niños a clases de idiomas u otras clases de apoyo puede suponer algún que otro conflicto en casa. Como adultos debemos entender y comprender que los niños en ocasiones estén agotados, estamos hablando de niños que pueden llegar a pasar alrededor de 7-8 horas en la escuela más el tiempo que por la tarde tienen de actividades o clases, realizar las tareas que nos mandan desde la escuela, preparar y estudiar los exámenes…  Por ello, te recomendamos que hables con él, explícale por qué crees que será positivo que asista a algunas clases en concreto, qué beneficios podrá tener para él, cómo serán las clases, si va también algún compañero o amigo, etc. Hay que convencerles de que es positivo para ellos, no deben verlo como algo negativo o incluso como un castigo porque, por ejemplo, “no se me da bien el inglés o las matemáticas”.

3. Elegidas las actividades, os recomendamos que realicéis un horario conjuntamente  y adaptado a la edad de vuestro hijos. En ese horario es muy importante que haya tiempo de trabajo y estudio, tiempo para el descanso y tiempo para el ocio, si no hay tiempo para todo, debemos replantearnos si hay demasiadas actividades o si se está gestionando bien el tiempo. Lógicamente, a medida que los niños crecen, van disminuyendo el tiempo de ocio entre semana y aumentando el tiempo de trabajo y estudio, pero es importante tenerlo en cuenta y por ejemplo, no querer que nuestro hijo de 6 años tenga el mismo horario que su hermano mayor de 10 años. Además, el horario debe ser realista, de nada sirve que hagamos un horario que sabemos que será imposible cumplir.

 

         El niño se debe responsabilizar con ese horario elaborado también por él, debe cumplir en la medida de lo posible el horario de modo que, si en el este establecimos 90 minutos para realizar las tareas escolares y un día no hay nada de deberes, debe invertir ese tiempo en organizar la materia de examen, preparar el contenido a estudiar, reforzar aquello que nos cuesta más, adelantar materia, etc.

Con estos tres pequeños consejos, el inicio de curso y la vuelta a la rutina será menos complicado, pues los niños trabajan mejor cuando se sienten personas activas en el proceso de toma de decisiones y cuando se les adelanta qué les esperará el nuevo curso.

Ya lo decía Platón: “el comienzo es la parte más importante de la obra”.

 

Maleni Sánchez Litrán

Psicopedagoga y Educadora Social. Nº colegiado 1275

Área de Orientación familiar. Centro Matices.