Practicar y estimular el lenguaje oral en nuestro día a día puede resultar muy sencillo, porque pensemos… ¿Quién no ha jugado al veo-veo? ¿O al teléfono? ¿Y a las adivinanzas? ¿O quién no ha contado chistes? Seguramente que todos hemos jugado con los niños a estos y otros muchos juegos y todos estos juegos incluyen el uso del lenguaje de una u otra forma.

Es por ello que os animamos a jugar, desde que los niños son pequeños y adaptándonos a su nivel de lenguaje y edad. Desde nuestro blog os resumimos algunas ideas concretas para que podáis practicarlas en vuestra rutina, propón a tu hijo uno de estos juegos, seguro que encuentras muchos momentos para practicarlos.

Los juegos, entre otros muchos,  pueden ser los siguientes:

  • Narrar. Son muchas las opciones para practicar la narración, desde contar la última película que hemos visto hasta contar un chiste, un sueño o algo que nos ha ocurrido. Lo único que debemos tener en cuenta es respetar las tres partes fundamentales de una narración: presentación, nudo/desarrollo y final/desenlace. Ayuda a los pequeños con preguntas como: quién es el protagonista, qué le ocurre, dónde y cuándo ocurre lo que cuenta.
  • Describir. Es importante elegir los elementos más importantes y darles un orden (de arriba-abajo, de lo más cercano a lo más lejano…). Además puedes describir primero sólo lo que ves y luego dar tu opinión o valoración personal.
  • Imaginar situaciones. La imaginación es algo que todos los niños tienen, seguro que se les ocurren muchas ideas a partir de preguntas que vamos a hacerles. Juguemos a ¿qué harías si…? A partir de esta pregunta, podréis preguntar todo lo que se os ocurra, por ejemplo: ¿qué harías si tuvieses alas? ¿Qué harías si al despertarte descubres que estás en la luna? ¿Qué harías si tuvieses poderes mágicos?…
  • Juegos más sencillos. Jugar a decir la palabra contraria (alto/bajo), decir la frase contraria (voy a comer en tu casa mañana/no voy a comer mañana en tu casa), nombrar familia de palabras (nombres de animales salvajes, de verduras, frutas…), hacer frases a partir de dos/tres palabras (haz una frase con “perro-pelota-jardín”), decir en qué se parecen o se diferencian dos objetos, frases absurdas (los calcetines se ponen en las manos) y un largo etcétera.

Estos y otros muchos juegos son ideales para estimular el lenguaje, seguro que a vosotros se os ocurren una gran variedad, ya que el lenguaje y la comunicación forman parte de nuestro día a día y son básicos y claves para desenvolvernos en nuestro entorno. Ahora no lo dudes y ¡ponte a practicar!

Paca Ballesteros Campaña.

Logopeda Nº col.: 29/0382.

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