El crecimiento y desarrollo de cada persona es diferente, se deben respetar los ritmos de aprendizaje pero… ¿qué hacer cuando te hablan de que tu hijo o hija tiene un desarrollo evolutivo más lento?,  ¿qué hacer o qué pensar cuándo sientes que no avanza como se espera?, ¿cómo actuar cuando en la escuela han observado que algo no va bien?

Por mucho que queramos obviar lo que nos dicen o lo que sentimos debemos actuar cuanto antes. Descartar posibles dificultades, estimular determinadas áreas del desarrollo, reforzar aquellas habilidades que están por debajo de los baremos esperados según su edad…  Sois muchas las familias que llegáis a Centro Matices buscando respuestas, apoyo, ayuda, orientación y asesoramiento y por eso, hoy queremos dar algunos consejos sobre cómo afrontar las situaciones planteadas o similares.

  • Si sientes o percibes algo que te preocupa o inquieta, habla con el médico que ve y asiste a tu hijo o hija. Con frecuencia, pueden orientarnos, tranquilizarnos o incluso si lo ven necesario, descartar la presencia de condiciones médicas, como problemas auditivos o con la visión.
  • Habla con el equipo educativo del centro en el que está matriculado, es importante que intercambiéis información de lo que estáis observando desde casa y desde la escuela. Si ambas partes coincidís, debéis proponer líneas de trabajo y lo más importante, hablar con el Departamento de Orientación del centro o con el Equipo de Orientación Educativa (EOE) que le corresponde. Con frecuencia, la causa de que haya un desarrollo o crecimiento lento en la escuela es temporal por lo que, cuanto antes comencemos a trabajar mucho mejor.
  • Si después de hablar con el equipo educativo consideras que es necesario profundizar e indagar en lo que está ocurriendo, te recomendamos realizar una evaluación. Esta evaluación se le puede realizar en el centro educativo o en un centro privado al que quieran llevarlo, ya sea porque ha pasado un tiempo y desde el centro no lo han evaluado, porque ya tienen un informe y quieren completarlo y contrastarlo o simplemente, van a un centro privado porque no les dan respuestas desde la escuela y quieren confirmar o descartar posibles dificultades.  La evaluación es totalmente individualizada y única, sabiendo a modo general cuáles son los posibles síntomas o dificultades se realiza un tipo de evaluación u otra. Podemos hablar de una evaluación psicopedagógica que valore por un lado, las capacidades generales (razonamiento, memoria y atención) y por otro, las capacidades específicas (lectura, escritura, matemáticas y ortografía), una evaluación psicológica que evalúe cómo se siente, cómo se enfrenta a determinadas situaciones, las debilidades y amenazas, y también, las potencialidades que tiene, o una evaluación logopédica si hay síntomas de dificultades en el área lingüística.
  • En caso de que se confirme que hay algún tipo de dificultad (ya sea de aprendizaje, del lenguaje, personal, social…), deberá establecer una relación de trabajo positiva con el equipo educativo, mantener una comunicación regular, cercana y personal que permita intercambiar información sobre los avances, los recursos con lo que cuenta, las horas de apoyo recibidas, la relación con sus iguales, etc. Además, nos pueden dar pautas sobre cómo trabajar en casa teniendo en cuenta cómo recibe y procesa la información.
  • Protege y asegúrale a tu hijo o hija que todo va bien, en función de la edad que tenga puede que las posibles dificultades estén influyendo también en su autoestima. Fomenta los puntos fuertes y los intereses de tu hijo o hija, ten mucha paciencia y respeta su ritmo de trabajo (sólo es cuestión de dejar unos minutos más).

Si estás pasando por esta situación y después de leer este artículo, necesitas asesoramiento y orientación concreta, no dudes en contactar con Centro Matices en el teléfono 954 512 309 o enviando un correo electrónico a matices@centromatices.es

Maleni Sánchez Litrán

Psicopedagoga y Educadora Social.

Área de Orientación familiar. Centro Matices.